Un saludo, hace mucho que no estoy por aquí.
Recuerdo aquel oscuro día soleado, en el que me encontraba en mi instituto, estaba parado en medio de la cancha de deportes, no estaba haciendo nada, simplemente parado mirando al piso mi propia sombra que se reflejaba en el suelo.
Tras estar unos minutos en estado vegetal, siento, de un segundo a otro como una presencia se materializa detrás mía. La boca se me llena de saliva y los ojos me empiezan a llorar, no podía hacer nada.
La presencia que se encontraba detrás mía, me toca el hombro suavemente, con su gran y pesada palma reposada sobre mi hombro, un susurro profundo y seco en mi oído me hace quedar paralizado ante la situación.
-«Se te olvido la mochila…?»
Me pongo de rodillas y comienzo a llorar por el gran error que había cometido, toda mi familia se debería sentir deshonrada y avergonzada del ser tan inmensurable que soy.
Tengo miedo. No se que hacer. Necesito ayuda.
Aquel día fue el más oscuro y caluroso que tuve.
-Gracias por leer-